Sí, sí, calcetines negros. Los encontré en la universidad: airosos, oscuros, impúdicos, altaneros, indecorosos, desafiantes, anónimos y señeros. Ya el mundo es demasiado hostil para un par de morenos aventureros; mientras la vida siga empeñada en borrar las huellas de lo sencillamente bello, siempre habrá un par de calcetines irreverentes.
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