miércoles, 6 de enero de 2010

UNA DE PELOS

Encontré en la calle algo que podría ser clasificado como “perro” si no fuera por ese abultado pelambre que le ha creado un submundo de parásitos ahí adentro.

La indigencia también es cosa de cachorros: la miseria, la suciedad, el desamparo, la pérdida de razón, el síndrome de Diógenes, la locura y -claro- un dueño hijo de mil putas. Hay más de uno que piensa que este es Cachuchín después de una vida de fama, luces, autógrafos y excesos.

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