miércoles, 6 de enero de 2010

UNA BUENA Y UNA MALA

Esta es una historia que termina en tragedia (quienes padecen de susceptibilidad emocional vayan cerrando esta ventana). Les presento a Osy (si los perros tuvieran vos reclamarían indignados la cutre costumbre de sus amos de ponerle nombres tan patéticos).

¡Ohhh! Una pena. Osy está perdido y su dueña muy “aflijida”, pero tan afligida que ya no tiene cabeza ni para distinguir una J de una G, da igual a estas alturas; lo que importa es que si ves a Osy tienes 6 teléfonos para reportarlo, es que además está muy enfermo y necesita sus medicinas, imaginamos que para sobrevivir. ¡Pobre Osy! En la calle con frío, solo, con miedo, perdido, con hambre y enfermito. Pero tengo dos noticias al respecto; una buena y una mala: la buena, es que al volver a casa, ya muy entrada la noche, encontré al tierno Osy; la mala es que…

Sí, Osy está muerto, no pudo sobrevivir. Ya van como 3 meses que voy dando vueltas para llamar a uno de esos números y comunicarles la trágica situación, si alguien tiene las fuerzas suficientes para hacerlo: hágalo y dígale que Osy los ve desde el más allá. Para concluir diré algo profundo: sub-suelo.

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