Mamá me dijo que me había alejado de dios y me preguntó que porqué ya no iba a las iglesias. Yo le mostré esta foto como paliativo.
Desde que empezaron a caer árboles en las puertas de las iglesias, como plagas apocalípticas, el número de acólitos católicos ha disminuido. El Vaticano lo sabe y por eso han resuelto excomulgar a todo árbol que interrumpa la entrada a la “Casa de Dios, puerta del cielo”.
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