Ese peinado conservador, esa corbata ceñida al cuello, ese rictus austero, esa mano detrás del cuello del niño y ese niño con gesto de “¡perdón profe, ya profe, ay, ay!” con el cuerpo curvado de dolor me hacen pensar, más bien, en un monumento al abuso escolar, a la educación vertical y al maestro improcedente y contumaz.
Dedicado a Humberto, gracias a vos me di cuenta lo que no quería ser.
No sé con exactitud lo que pretende ser este blog, pero creo que me aproximo más a lo que ciertamente NO es: ARTE, EDUCACIÓN, HUMOR Y METAFÍSICA. Sin embargo, hay otras certezas de tipo más bien técnico: Todas las fotos que vas a ver han sido tomadas con una cámara de celular de 2.0 mega pixeles; no he retocado ninguna de ellas; he tratado de no forzar las capturas, intentando –siempre- conservar su naturalidad y espontaneidad.
jueves, 11 de junio de 2009
MAESTRO
Es éste, según su placa, un monumento al maestro y, fehacientemente, está erigido pues en la Plaza del Maestro:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Jua jua, qué no querías ser???
ResponderEliminarEstá buena la foto.
No quería ser precisamente como Humberto, un profesor cutre que tuve en el internado.
ResponderEliminarNo me digás que está buena la foto, después van a creer que me la estoy dando de fotógrafo y ahí ya perdí.
En el fondo sabes que quieres darle tu "touch" artístico a las mismas, como con tu ensayo -juá-
ResponderEliminary hey, se agradece tu estupidez.