lunes, 5 de octubre de 2009

DE LA VIDA Y OTRAS COSTUMBRES

En un país donde la realidad más rigurosa se baraja con la ficción más extravagante me encontré con la cofradía de las cholitas con sombrero (la cuadrilla de la muerte, el conciliábulo de los sombreros de ala ancha, la hermandad de las polleras).

Allí estaban. 14 cholitas bolivianas tan ellas, tan nuestras, tan… tan panchas. 14 sombreros en plan conspirador; ronda femínea en la que sin sombrero eres un paria, una lacra; allí ninguna palabra tiene sentido sino emana de una cabeza tapada; allí las cosas cobran valor ontológico a partir de una testa con sombrero que va más allá del tiempo y el espacio, es el ser en sustancia: 14 cholitas con sombrero. ¡Vaya mierda!

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